Comunicación
y Juventudes: Tramando Medios Comunitarios
Se
desarrolló con éxito la segunda maratón comunicacional en la FCE
Por Evelyn
Firpo –SE-
La segunda maratón
comunicacional multilenguaje se desarrolló con éxito en la FCE. El lema
fue: “El derecho a la comunicación se pone en juego”. El objetivo de dicha
actividad era la elaboración colectiva de productos comunicacionales. Cada
encuentro se basa en la premisa de que la comunicación comunitaria es un
espacio-práctica propicio para que los jóvenes se asuman como actores
sociales capaces de producir herramientas de visualización de problemáticas
comunes. Participaron estudiantes de esta Casa de Estudios, y de diferentes
escuelas secundarias de Paraná y Santa Fe. Entre ellas se pueden mencionar la Escuela
N° 5 Manuel Belgrano, el Colegio High Scool y la escuela EPNM Nº 19 Monseñor Abel Bazán y
Bustos de Paraná; además estuvieron presentes alumnos de la escuela de Educación
Técnica Particular Incorporada Nº 2028 San Lorenzo de Santa Fe. La actividad
fue organizada por el equipo de medios del Área de Comunicación Comunitaria y
la cátedra de Teorías de la Comunicación.
Un aire de festejo se respiraba en la plaza
Alvear de nuestra ciudad. La música se hacía oír desde lejos y la multitud de
jóvenes concentrados sobre calle Buenos Aires llamaba la atención de los
transeúntes, pero aún más de los automovilistas que debían desviar su camino. “Con
esto que nosotros estamos haciendo, estar acá sentados cortando la calle, ¿les
parece que estamos comunicando algo?” expresó Valeria Vidal, una de las
coordinadoras. Así era en realidad, los estudiantes se instalaron sobre la
calle para darle un marco más significativo a la jornada. La misma comenzó con
un sorteo mediante el que los jóvenes fueron dividiéndose en grupos, a los
cuales los organizadores asignaron diferentes formatos a trabajar: fotonovela,
historieta, esténcil, radioteatro, calcomanía y stop motion.
“Comunicar es como respirar”, “A veces no
nos entendemos”, “Nos comunicamos por los medios y entre nosotros, con el
cuerpo, el humor, los gestos, la música, el leguaje y el arte”. Eran algunas de
las oraciones que yacían plasmadas en un afiche amarillo en el centro de una
ronda de estudiantes, las cuales respondían a una de las preguntas disparadoras
‘¿Qué es la comunicación?’ Así también hubo voces que interpretaban el segundo
tópico a trabajar, el cual además era el eje principal del encuentro, ‘El
derecho a la comunicación’: “cuando creen que lo que digo no es válido”,
“cuando estoy en una conversación de grandes y me callan”, “cuando me critican
lo que pienso”, entre otras”.
Luego de este intercambio de opiniones, la
maratón comunicacional multilenguaje entró en su momento más agitado. A partir
de lo que consideraban el ‘derecho a la comunicación’ los jóvenes debían
realizar diferentes productos comunicacionales utilizando los formatos asignados,
en un tiempo determinado. Quienes tenían que producir una historieta debían
pensar una historia y dibujarla. “Después de mucho debate llegamos a una
situación que a todos nos pudo haber pasado. Consiste en que un chico llega a
la casa con una buena nota, en este caso era un diez, y el padre lo ignora
porque estaba viendo Tinelli. Al otro día llega y dice ‘me saqué un seis’ y el papá
lo sigue ignorando. Así el joven va decayendo y termina cuando llega con la
nota más baja y dice ‘cómo me gustaría que me escuchen’. Nosotros lo
relacionamos con el derecho a la comunicación familiar”, explicó Amilcar Zonis
integrante del taller. Mientras tanto, en el taller de fotonovela también
debían imaginarse una historia, pero ellos tenían que crearla mediante
fotografías en las que se utilizaran diferentes planos. “Estamos simulando una
pareja que está discutiendo, uno de los hijos los está viendo y quiere
interferir en esa conversación, entonces lo retan y hay una secuencia de fotos
que muestran al niño llorando. Después el chiquillo hace un dibujo en la pared
porque los padres no dejan que se comunique con ellos”, expresó Valeria Vidal,
coordinadora del taller de fotonovela, durante esa tarde. Al mismo tiempo, se
desarrollaba el taller de Stop Motion en el cual Andrés Wursten nos comentó que
“una de las ideas que surgió y que fue trabajada, es la de que los chicos
sienten que llegan a su casa y a veces sus padres no los escuchan. Eso tiene
que ver con la libertad de expresión, que está contemplada en el derecho a la
comunicación”. Así también quienes trabajaron calcomanías, reunidos en el hall
del edificio debían crear un personaje y plasmarlo pensando en la idea que
querían comunicar; entre ellas se podía leer: ‘Derecho a escuchar y ser
escuchado’ y ‘Dios está en todos lados pero mira Buenos Aires”. Por su parte, los
grupos que tenían que realizar esténciles pensaron slogans con lo que querían
transmitir, algunos de ellos fueron: “La comunicación no es sólo un
micrófono”, “Luchemos por la libertad”
y “Gritos en la pared”. Quienes
realizaron radiotreatros tenían que planificar una escena radiofónica con lo
que querían comunicar. De este modo se realizó una pieza sobre las inundaciones
en Santa Fe y otra denominada Todos y Cualquiera.
Mientras transcurría el tiempo de
producción, la radio abierta instalada en la entrada del edificio transmitía lo
que ocurría mediante entrevistas a integrantes y coordinadores de los equipos
de trabajo, como así también a docentes de la casa.
A la hora pautada, los estudiantes
expusieron sus trabajos frente a todos los participantes. Entre aplausos y
chistes, los jóvenes fueron pasando a explicar sus producciones.
Y así finalizó la jornada. El derecho a la comunicación se puso en juego…
Se
desarrolló con éxito la segunda maratón comunicacional en la FCE
Por Evelyn
Firpo –SE-
La segunda maratón
comunicacional multilenguaje se desarrolló con éxito en la FCE. El lema
fue: “El derecho a la comunicación se pone en juego”. El objetivo de dicha
actividad era la elaboración colectiva de productos comunicacionales. Cada
encuentro se basa en la premisa de que la comunicación comunitaria es un
espacio-práctica propicio para que los jóvenes se asuman como actores
sociales capaces de producir herramientas de visualización de problemáticas
comunes. Participaron estudiantes de esta Casa de Estudios, y de diferentes
escuelas secundarias de Paraná y Santa Fe. Entre ellas se pueden mencionar la Escuela
N° 5 Manuel Belgrano, el Colegio High Scool y la escuela EPNM Nº 19 Monseñor Abel Bazán y
Bustos de Paraná; además estuvieron presentes alumnos de la escuela de Educación
Técnica Particular Incorporada Nº 2028 San Lorenzo de Santa Fe. La actividad
fue organizada por el equipo de medios del Área de Comunicación Comunitaria y
la cátedra de Teorías de la Comunicación.
Un aire de festejo se respiraba en la plaza
Alvear de nuestra ciudad. La música se hacía oír desde lejos y la multitud de
jóvenes concentrados sobre calle Buenos Aires llamaba la atención de los
transeúntes, pero aún más de los automovilistas que debían desviar su camino. “Con
esto que nosotros estamos haciendo, estar acá sentados cortando la calle, ¿les
parece que estamos comunicando algo?” expresó Valeria Vidal, una de las
coordinadoras. Así era en realidad, los estudiantes se instalaron sobre la
calle para darle un marco más significativo a la jornada. La misma comenzó con
un sorteo mediante el que los jóvenes fueron dividiéndose en grupos, a los
cuales los organizadores asignaron diferentes formatos a trabajar: fotonovela,
historieta, esténcil, radioteatro, calcomanía y stop motion.
“Comunicar es como respirar”, “A veces no
nos entendemos”, “Nos comunicamos por los medios y entre nosotros, con el
cuerpo, el humor, los gestos, la música, el leguaje y el arte”. Eran algunas de
las oraciones que yacían plasmadas en un afiche amarillo en el centro de una
ronda de estudiantes, las cuales respondían a una de las preguntas disparadoras
‘¿Qué es la comunicación?’ Así también hubo voces que interpretaban el segundo
tópico a trabajar, el cual además era el eje principal del encuentro, ‘El
derecho a la comunicación’: “cuando creen que lo que digo no es válido”,
“cuando estoy en una conversación de grandes y me callan”, “cuando me critican
lo que pienso”, entre otras”.
Luego de este intercambio de opiniones, la
maratón comunicacional multilenguaje entró en su momento más agitado. A partir
de lo que consideraban el ‘derecho a la comunicación’ los jóvenes debían
realizar diferentes productos comunicacionales utilizando los formatos asignados,
en un tiempo determinado. Quienes tenían que producir una historieta debían
pensar una historia y dibujarla. “Después de mucho debate llegamos a una
situación que a todos nos pudo haber pasado. Consiste en que un chico llega a
la casa con una buena nota, en este caso era un diez, y el padre lo ignora
porque estaba viendo Tinelli. Al otro día llega y dice ‘me saqué un seis’ y el papá
lo sigue ignorando. Así el joven va decayendo y termina cuando llega con la
nota más baja y dice ‘cómo me gustaría que me escuchen’. Nosotros lo
relacionamos con el derecho a la comunicación familiar”, explicó Amilcar Zonis
integrante del taller. Mientras tanto, en el taller de fotonovela también
debían imaginarse una historia, pero ellos tenían que crearla mediante
fotografías en las que se utilizaran diferentes planos. “Estamos simulando una
pareja que está discutiendo, uno de los hijos los está viendo y quiere
interferir en esa conversación, entonces lo retan y hay una secuencia de fotos
que muestran al niño llorando. Después el chiquillo hace un dibujo en la pared
porque los padres no dejan que se comunique con ellos”, expresó Valeria Vidal,
coordinadora del taller de fotonovela, durante esa tarde. Al mismo tiempo, se
desarrollaba el taller de Stop Motion en el cual Andrés Wursten nos comentó que
“una de las ideas que surgió y que fue trabajada, es la de que los chicos
sienten que llegan a su casa y a veces sus padres no los escuchan. Eso tiene
que ver con la libertad de expresión, que está contemplada en el derecho a la
comunicación”. Así también quienes trabajaron calcomanías, reunidos en el hall
del edificio debían crear un personaje y plasmarlo pensando en la idea que
querían comunicar; entre ellas se podía leer: ‘Derecho a escuchar y ser
escuchado’ y ‘Dios está en todos lados pero mira Buenos Aires”. Por su parte, los
grupos que tenían que realizar esténciles pensaron slogans con lo que querían
transmitir, algunos de ellos fueron: “La comunicación no es sólo un
micrófono”, “Luchemos por la libertad”
y “Gritos en la pared”. Quienes
realizaron radiotreatros tenían que planificar una escena radiofónica con lo
que querían comunicar. De este modo se realizó una pieza sobre las inundaciones
en Santa Fe y otra denominada Todos y Cualquiera.
Mientras transcurría el tiempo de
producción, la radio abierta instalada en la entrada del edificio transmitía lo
que ocurría mediante entrevistas a integrantes y coordinadores de los equipos
de trabajo, como así también a docentes de la casa.
A la hora pautada, los estudiantes
expusieron sus trabajos frente a todos los participantes. Entre aplausos y
chistes, los jóvenes fueron pasando a explicar sus producciones.
Y así finalizó la jornada. El derecho a la comunicación se puso en juego…
1 comentario:
me gustaría ir de visita algún día para entre ríos y poder participar de estas jornadas, me dijeron que son muy interesantes, quizás puedo alquilar algo como mi apartamento en buenos aires de acá hospedarme unos días e ir para la maratón
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